viernes, 3 de junio de 2016

Las playas de mis recuerdos a través de mis gafas

Recuerdos.....recuerdos......Sobre ellos leí un día en un blog que el mundo de los recuerdos, el de la imaginación y el de los sueños se concilian con el mundo real y se convierten en el único paraíso del que no nos pueden desterrar. Estoy completamente de acuerdo con este pensamiento porque ¿qué haríamos sin nuestros recuerdos?. creo que es el bagaje más importante que nos ha regalado la vida y el más enriquecedor gracias a las personas que nos han ido acompañando en el camino; en mi camino desde mi familia hasta las maravillosas personas con las que he tenido la suerte de compartir vivencias.
Suelo comparar mis recuerdos con el mar y me gusta instalarme en las playas de mis recuerdos a contemplar el mar, porque los recuerdos van y vienen igual que las olas, según esté mi ánimo así está el mar en mis recuerdos. El mar que más me gusta en mis recuerdos es el mar en calma, las olas apenas tienen un movimiento imperceptible, es solo un rumor, yo me tiendo en la arena y oigo ese rumor, creo escuchar el graznido de las gaviotas mientras que una suave brisa me refresca del calor, las olas tardan mucho en su ir y venir y yo me pierdo en mis recuerdos más gratos, desde mi niñez hasta el presente. Recuerdo tantos amigos queridos que han sido para mi un ejemplo a imitar y con los que he pasado momentos inolvidables ¡¡ tantas gentes y tantos sitios queridos!!este es el mar de mis recuerdos más querido para mi. El mar en calma.
Hay otro mar al que no me gusta acercarme porque me ha hecho mucho daño y aún a estas alturas de mi vida, me da miedo. 
Es el mar furioso y embravecido de mis malos recuerdos golpeando una y otra vez las rocas intentando horadar su firmeza; yo soy esa roca tratando de proteger a mis seres queridos y que no me los arrebate con sus embestidas, pero este mar es traidor y en un momento de debilidad,me los arrebata  1º a mi padre, después a mi madre, luego a mi hermana y esta roca se desmorona de dolor porque ¡¡¡son mis raíces las que me ha arrebatado!!!,otro día se lleva al padre de Miguel, persona bondadosa donde las haya, y a mi querida Mina Elías y a tantas otras personas que han pasado por mi vida dándome su amor y amistad y cuyas presencias no se pueden reemplazar¡¡si!! me da miedo este mar. Ahora lo estoy mirando desde los acantilados agarrada , con todas mis fuerza, a una roca firme, esa roca es Miguel, mi hija y mis nietos...sé que me defenderán de sus embestidas. Desde aquí veo como este mar hace naufragar, sin piedad, la esperanza, la ilusión, los proyectos de tantas buenas gentes.....No, definitivamente no volveré a mirar más este mar de mis malos recuerdos.
Pero no todo son malos recuerdos en mis playas, existe otro mar que me hace pasar los momentos más alegres y divertidos de mi vida, cada vez que voy a esa playa. Es el mar de mis recuerdos infantiles, rebelde, juguetón y travieso como un niño en el que las olas se atropellan unas a otras y vienen montadas en espuma blanca
que al llegar a la playa y retroceder esa espuma parece los volantes de un traje blanco de gitana, en su rápido retroceso arrastra los castillitos que los niños hacen y en los pozos, que también hacen los niños, dejan las olas su agua que se queda quieta descansando de tanto ir y venir. En esos pozos miro y en sus aguas veo reflejadas....¡jolin lo que veo!!, una niña traviesa, rebelde, impulsiva, embustera inventando historias para que no la castiguen.

Esa niña a través de los años ya no es tan niña y ha cambiado su "chip"y mentiras, aunque sigue igual de rebelde e independiente y no se calla, ni debajo del agua, con lo cual sigue igual de terrible .
Abusando de la paciencia de cuantos me leen ya escribiré algunas de sus "proezas", espero que se diviertan.
Immágenes de Internet.







2 comentarios:

  1. Me has peñizcado el corazón, puñetera!
    Aunque sé que tienes mucha fantasía, no me la cuelas. Ciertamente, es una entrada que es toda una invitación a la reflexión pero, sobre todo, es un estado de ánimo muy intenso, con profundos trazos filosóficos...
    ¡Ay, Antoñita! Dices que eras embustera de niña, bueno, yo, si un hijo/a mío me mintiese lo primero que haría es preguntarme el porqué, lo segundo sería dialogar con ellos, mucho antes de llegar a castigarlos...
    La playa es zona de vida, la tuya es larga y diversa y por muchos años más...(¡Y que yo lo vea, pardiez!).
    Un puñao de besos marineros, hala.

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  2. Hola Compi; me alegro que te haya gustado el mar de mis recuerdos, es natural que te guste,tu que tienes la suerte de tenerlo ahí en tu Cai de tu alma. en cuanto a mi padre , quizás no me he explicado bie , mi padre no me castigaba porque mintiera sino por las cosecuencias que traía laque hacia y que yo lo disfrazaba con mentiras que como dice el refran tienen las patitas muy cortas y además tengo que reconocer que yo era de armas tomar, aunque no me creas, ya verás, ya verás, un monton de besos

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