lunes, 17 de febrero de 2014

Alboraya la cuna de la horchata a través de mis gafas

Cuando fuimos, por 2ª vez a vivir a la Comunidad valenciana habían pasado 12 años y mi familia había aumentado. En el año 94 mi familia se componía solo de Miguel, mi hija y yo: 12 años después, en el 2006, ya éramos 6, mi hija se había casado y mis nietos ya habían nacido, Juami tenía en esa fecha 5 años y Blanca 2 años y medio, mi yerno Juan trabajaba en la misma Empresa que Miguel y destinaron a los dos a Valencia donde buscaron  un buen piso donde cupiéramos todos sin estorbarnos para que mi hija, lo niños y yo nos fuéramos en el verano y encontraron un magnífico piso en la Alboraya ¡casi ná !!. Alboraya es la cuna de la horchata , yo ya la conocía desde la
1º vez que vivimos en Valencia que íbamos dos o tres veces por semana a "Casa Dani", la famosísima horchatería donde se puede degustar la auténtica horchata valenciana, yo me declaro una gran "adicta" a eta riquísima y refrescante bebida y la de Alboraya no tiene rival.
La Alboraya está situada en la comarca de la huerta Norte a unos 4 km de Valencia donde hay campos sembrados de chufas que es de donde hacen la horchata. Alboraya es una bonita población con unos 25,000 habitantes, está muy bien comunicada con Valencia tiene dos estaciones de metro y ai ser considerada una población dentro del área metropolitana lo autobuses urbanos de Valencia llegan hasta Alboraya, En Alboraya hay dos playas, la "Patacona" que está cercana a la Malvarosa y "Port Sa playa"que era la que frecuentábamos porque nos cogía más cerca de casa. Es una bonita y limpia playa con todos los servicios necesarios para sentirse cómoda, A los niños les encantaba ir pero como también les gustaba ir al parque de Gúlliver donde se tiraban por los toboganes,
todas las mañanas mi hija y yo nos levantábamos tempranito y mientras ella arreglaba el piso yo hacía la comida y para cuando los niños se levantaban ya estábamos dispuestas para irnos a la playa o al Gúlliver , pero las tardes eran sagradas para ellos: se trataba nada más y nada menos que ir en el autobús urbano de Valencia a recoger a papá y al abuelo al trabajo, les encantaban eso de montarse en el autobús que para ellos era una novedad y cuando llegábamos al centro y papá y el abuelete salían del Corte Inglés de Pintor Sorolla de trabajar cogíamos el metro para volver a casa que si el autobús les encantaba, el metro era para ellos, lo más: había que verlos la importancia que se daban cuando anunciaban la estación  en la que nos teníamos que bajar, como se levantaban y se dirigían hacia la puerta del vagón..
Cenábamos temprano y nos bajábamos a la horchatería para tomarnos nuestra horchata. en la Alboraya  la avenida principal se llama Avenida de la horchata y está jalonada de horchaterías, nuestra casa estaba al final de esta avenida y al lado teníamos una buena horchatería, los camareros nos tenían siempre reservada una mesa y todos nos tomábamos horchata que nos gustaba a todos pero yo era incansable no cenaba casi nada para poder tomar más los camareros me traían la jarra más grande y cuando me la tomaba me traían otra¡¡qué rica estaba casi helada!!.Los fines de semana me permitía a mi misma pedir fartones: el fartons es una especie de dulce con forma parecida al churro solo que cuadrados y largos con una masa riquísima y fina, lo sirven caliente para mojar en la horchata y está riquísimo el contraste del fartons caliente con la horchata tan fría, por eso yo tomaba fartones  solo los fines de semana para no engordar más pero aquello era "boccatti di cardinali".
Cuando pasó el verano y mi hija, los niños y yo regresamos a Gines cada vez que Miguel y Juan venían a casa traían dos o tres litros de horchata helada que se la preparaban en "nuestra" horchatería en unos recipientes como de corcho blanco que llegaban muy bien claro que mi hija y yo no dábamos tiempo a que se estropeara ¡¡¡Cómo hecho de menos la Alboraya y su riquísima horchata!!!


2 comentarios:

  1. Qué rica la horchata Ántonia así te acuerdas de la Alboraya espero probarla esta primavera que quiero ir a ver a mi nieta. Besos y hasta el viernes.

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  2. ¡¡Como te voy a envidiar! cuando tengas tu horchata fresquita delante acuérdate de mi y soboréala y si es con los fartones , para que te voy a contar un beso y hasta el viernes.

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